III Concurso San Miguel 2010
1er lugar: Zaria Soria Tinoco
2o lugar: Salvador Rivas Silva
3er lugar: Casandra Zoé Velasco
4o lugar: Lorena Flores Ruiz
Finalistas: Antonio Albores Mattar, Gilberto Amaro Romero, Mariano Alejandro Fernández Hernández, Alan Alberto Pingarrón Reynoso, Gizelxanath Rodríguez, Rebeca de Rueda, Adriana Valdés Santibañez.
Invitados Especiales: Nancy González Cabrera, Ligia López Cedillo, Carlos López Santillán.
“Agotado” es una palabra que no alcanza a describir el número de espectadores que abarrotaron el Teatro Ángela Peralta de San Miguel de Allende el pasado sábado 13 de marzo. “A reventar”, sería un término más adecuado. Ya no había boletos desde cinco días antes de la final del Concurso 2010 de la Ópera de San Miguel y, cuando se le pidió al teatro acomodar otras 50 sillas adicionales en los pasillos y balcones, también se ocuparon rápidamente.
De los 161 cantantes que fueron escuchados en la primera ronda, en la Ciudad de México, fueron seleccionados 11 finalistas —que cantaron dos arias cada uno— para competir por los $168 mil pesos en premios y becas para estudios avanzados y gastos profesionales. La mayor parte de los recursos fueron aportados por un grupo privado de donadores conocido como los Ángeles de la Ópera, y este año se contó con un generoso donativo de las Residencias Artesana Rosewood.
En los tres años que lleva este concurso nacional, San Miguel de Allende se ha convertido en la sede de uno de los eventos musicales más importantes del estado de Guanajuato. Asistieron a la final el Secretario de Gobierno del estado, Gerardo Mosqueda y señora, así como el Director del Instituto Estatal de Cultura, Juan Alcocer, quienes prometieron organizar conciertos de finalistas también en las ciudades de Guanajuato y León.
Los finalistas viajan a San Miguel de Allende varios días antes del concurso para participar en talleres musicales y de idiomas. “Es nuestra meta —a decir del director artístico del concurso, Joseph McClain— que cada cantante, sea ganador o no, se vaya de San Miguel con más fuerza, confianza y desempeño artístico que como llegó.”
Los miembros del jurado fueron el propio McClain (cantante internacional, maestro, director de escena y director artístico fundador de la Ópera Lírica de Austin, en Texas), John Daly Goodwin (director artístico y concertador de la New York Choral Society) y quien esto escribe (tenor, miembro de la Metropolitan Opera de Nueva York durante 26 años, y recientemente nombrado director artístico asistente de la Ópera de San Miguel). Se contó nuevamente con el brillante pianista y coach Mario Alberto Hernández, como acompañante, y cuya colaboración con el concurso ha sido un gran activo.
Cada concursante dejó una vívida impresión. El barítono lírico Mariano Alejandro Fernández Hernández interpretó convincentemente ‘O vin dissipe la tristesse’ de Hamlet de Ambroise Thomas. La bella soprano lírico Rebeca de Rueda se mostró elegante y confiada en su aria de Micaëla de la ópera Carmen de Bizet, mostrando un hermoso registro agudo y la mejor dicción francesa de la noche. El tenor Antonio Albores Mattar mostró coraje al interpretar la aguda ‘Asile héréditaire’ de Guillaume Tell de Rossini, a pesar de una reciente enfermedad. Gizelxanath Rodríguez, una linda soprano con una hipnotizante presencia escénica y un genuino domino del estilo verista, no pudo sin embargo sobreponerse a cierta estridencia en la parte alta de su rango.
El Concurso presentó tres nuevos premios este año. El premio Roberta Peters a la joven artista más sobresaliente ($10 mil pesos) fue para la soprano coloratura Adriana Valdés Santibáñez (22 años). Valdés comenzó con la gavotte de Manon de Massenet, que cantó con virtuosismo y elegancia. En ‘O luce di quest’amina’ de Linda di Chamounix de Donizetti, mostró agudos temerarios y confiados, y una coloratura perfecta. Esta joven artista es una fuerza de la naturaleza. Uno solo desearía que empleara los recursos de su premio en el perfeccionamiento de su francés.
El premio Eleanor Steber ($10 mil pesos) fue para el tenor Gilberto Amaro Romero (28) por su hermosamente sombreada ‘Pourquoi me réveiller’ de Werther de Massenet, seguida de ‘Amor ti vieta’ de Fedora de Giordano, que entregó con un suave legato y agudos brillantes.
En el Concurso de 2009, el tenor Alberto Alan Pingarrón Reynoso (22) apareció como un artista invitado, fuera de concurso, y nos mostró una voz hermosa, agudos sólidos y consistentes, y excelentes habilidades idiomáticas. Tiene una musicalidad excepcional y la habilidad natural para comunicarse con la audiencia. Lamentablemente, es invidente, por lo que su potencial como intérprete del escenario es limitado. Sin embargo, como mostró claramente con su canto poético y apasionado de ‘É la solita storia del pastore’ de L’arlesiana de Cilea y ‘¡Ah! fuyez, douce image’ de Manon de Massenet, tiene gran potencial como artista de concierto y de estudio de grabación. Pingarrón obtuvo el premio Artesana por su extraordinario potencial ($18 mil pesos).
El cuarto premio ($15 mil pesos) fue para la joven soprano dramático Lorena Flores Ruiz (25), por su extraordinaria interpretación de la gran aria de Aida de Verdi, ‘O patria mia’. Su largo fraseo fue coronado por un brillante Do agudo. Éste es uno de los momentos más difíciles de toda la ópera, pero fue manejado con elegancia. ¡Brava!
La mezzo-soprano Cassandra Zoé Velasco (21) mostró una brillante coloratura, afinación impecable y registro suave y cálido en su interpretación de ‘Una voce poco fa’ de Il barbiere di Siviglia de Rossini. Su canto es de alto nivel y su actuación tiene encanto y humor. Mejor aún estuvo su aria de la seducción de Samson et Dalila de Saint-Saëns, que cantó con control de fiato excepcional y tono lustroso. Con una mejor dicción francesa su interpretación hubiera sido casi perfecta. Ésta es una artista muy talentosa, y claramente está destinada para cosas grandes. Se le premió con el tercer lugar, $20 mil pesos, que completó con los $5 mil del premio del público.
El segundo lugar ($20 mil pesos) fue para el bajo Salvador Rivas Silva (26). Bien parecido, confiado, profesional, Rivas interpretó un electrificante y sardónico ‘Ecco il mondo’ de Mefistofele de Boito. A ratos humorístico, a ratos atemorizante, el suyo fue un tour-de-force de actuación y canto, que coronó con un brillante Fa natural. A continuación nos ofreció una humorística y oscura ‘La calunnia’ de Il barbiere di Siviglia, cantado con tronadores crescendi rossinianos. Rivas está en el umbral de una importante carrera.
El año pasado la soprano Zaira Soria Tinoco (27) compitió como lírico coloratura. Cantó muy bien, pero no ganó premio alguno. En los meses subsecuentes repensó su repertorio y regresó a San Miguel como soprano lírico. El cambio es notable. Ahora canta con tonos opulentos y fraseo elegante, sin comprometer la riqueza de expresión que la caracterizó el año pasado. Su interpretación de “La canción de la luna” de Rusalka de Dvořák fue radiante, desenvuelta y de agudos brillantes. Pero fue su interpretación del aria del primer acto de La bohème de Puccini, ‘Si, mi chiamano Mimi’, la que escaló alturas de emoción y técnica que capturó el rango emocional de esta amada heroína de la ópera. Ésta fue una actuación luminosa de una artista preparada, que el jurado premió con el primer lugar de $60 mil pesos. (Dos días después de su triunfo, fue invitada a participar en la final de la Academia de Artes Vocales en Filadelfia, uno de los talleres de ópera más prestigiados de Estados Unidos.)
Continuando la tradición que comenzó en 2009, durante la deliberación del jurado el público fue entretenido por tres invitados especiales: jóvenes artistas menores de 23 años que el Concurso quería reconocer fuera de competencia, por su promesa y logro excepcional. La mezzo-soprano Ligia López Cedillo, el barítono Carlos López Santillán, y la soprano Nancy González Cabrera fueron invitados a los talleres previos del Concurso, y no tuvieron problemas para demostrarle al público por qué. Podemos esperar ver a estos tres artistas en alguna futura final del Concurso.
Pro Ópera mayo-junio 2010